Por qué Latinoamérica necesita su propio CDC—Ahora más que nunca
Cuando el COVID-19 arrasó con Latinoamérica, expuso la falta de mecanismos coordinados de respuesta en salud pública en la región. A pesar de albergar el 8.2% de la población mundial, Latinoamérica representó el 10% de los casos globales de COVID-19 y el 25% de las muertes. Más allá de la trágica pérdida de vidas, la pandemia colapsó sistemas de salud, interrumpió economías y amplió la brecha de desigualdades en toda la región.
Cuatro años después, Latinoamérica sigue siendo estructuralmente vulnerable ante la próxima pandemia. La pregunta no es si habrá otra emergencia sanitaria—sino cuándo.
La región debe estar preparada.
Lo que Latinoamérica puede aprender de África
Durante la crisis del COVID-19, Latinoamérica careció de una institución capaz de coordinar el intercambio de datos en tiempo real, movilizar recursos y ejecutar estrategias de respuesta rápida a brotes en toda la región. Mientras tanto, África—que enfrentaba limitaciones similares—logró coordinar mejor sus acciones a través del África Centres for Disease Control and Prevention (África CDC).
El África CDC fue creado en 2017 en respuesta a la crisis del Ébola y rápidamente se convirtió en una institución clave para la seguridad sanitaria regional. Durante el COVID-19, facilitó la compra conjunta de vacunas y suministros médicos, coordinó respuestas de emergencia y fortaleció la vigilancia epidemiológica en todo el continente. El África CDC colabora estrechamente con la Oficina Regional para África de la OMS, lo que le permite actuar con rapidez sin dejar de mantener asociaciones con organizaciones globales de salud. El África CDC y la OMS no compiten entre sí; por el contrario, el modelo del África CDC demuestra que la coordinación regional puede complementar a las instituciones existentes en lugar de reemplazarlas.
Latinoamérica, sin embargo, aún enfrenta desafíos para establecer un organismo técnico regional de salud que pueda fortalecer la coordinación y las respuestas rápidas ante emergencias de salud pública. En el último año, la región ha experimentado un aumento sin precedentes de casos de dengue, evidenciando las limitaciones de las respuestas nacionales fragmentadas. Un CDC Latinoamericano (LATAM CDC) podría haber adoptado un enfoque más proactivo—declarando antes una emergencia regional, facilitando la compra conjunta de insumos esenciales y coordinando estrategias de control vectorial transfronterizas para frenar la propagación de la enfermedad. En lugar de depender únicamente de respuestas individuales de cada país, un LATAM CDC podría haber aprovechado los recursos regionales de manera más eficaz, asegurando una respuesta más rápida y cohesiva.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha desempeñado un papel fundamental en la promoción de la salud pública en las Américas, proporcionando experiencia técnica, vigilancia epidemiológica y estrategias de control de enfermedades. Sin embargo, fortalecer la seguridad sanitaria regional requiere mecanismos adicionales que fomenten una mayor colaboración y coordinación entre los países. Un LATAM CDC podría trabajar junto a la OPS, complementando sus esfuerzos al fortalecer la cooperación regional y garantizar respuestas más rápidas y eficientes ante emergencias sanitarias.
La nueva agencia proporcionaría el eslabón perdido en la arquitectura de seguridad sanitaria regional. Siguiendo el modelo del África CDC y la Agencia de Salud Pública del Caribe (CARPHA), el LATAM CDC podría:
- Facilitar el intercambio de datos en tiempo real y la evaluación de riesgos entre países.
- Apoyar equipos de respuesta rápida ante brotes y crisis de salud pública.
- Fortalecer la capacidad de fabricación local de diagnósticos, vacunas y tratamientos.
- Ofrecer programas de formación especializada para agencias nacionales de salud pública.
Crucialmente, un LATAM CDC sería un organismo técnico independiente, libre de interferencia política, con una estructura de gobernanza que incluya no solo a gobiernos, sino también a la academia, la sociedad civil y el sector privado.
Una ventana de oportunidad—pero no por mucho tiempo
El mundo está presenciando cambios rápidos en la gobernanza global de la salud, con una creciente incertidumbre sobre el compromiso de EE.UU. con la OMS y otras instituciones multilaterales. Al mismo tiempo, crisis sanitarias como el resurgimiento del dengue, la viruela símica (mpox) y las infecciones resistentes a los antibióticos ya están poniendo a prueba la capacidad de respuesta de la región.
Si Latinoamérica no actúa ahora, corre el riesgo de enfrentar la próxima pandemia tan desprevenida como lo estuvo en 2020. En una era donde el panorama de la salud global es cada vez más incierto, los mecanismos regionales sólidos no son una opción, sino una necesidad. Un LATAM CDC llenaría este vacío crítico, proporcionando un marco largamente esperado para la acción colectiva y coordinada, asegurando que la región nunca más quede rezagada ante una crisis.
¿Qué sigue? Convertir la visión en acción
Los gobiernos latinoamericanos deben liderar la creación de un LATAM CDC, entendiendo que la preparación regional es clave para la seguridad sanitaria. Un primer paso concreto es presentar una propuesta al Fondo para Pandemias, que podría proporcionar financiamiento inicial para evaluar capacidades existentes, diseñar estructuras de gobernanza y establecer mecanismos de respuesta temprana. Sin embargo, esto requiere el respaldo de los gobiernos y al menos una entidad implementadora, lo que hace esencial que los países se unan y planifiquen juntos los próximos pasos.
Desde nuestra publicación en The Lancet en 2024, el interés ha crecido entre expertos en salud pública y algunos responsables políticos, pero se necesita un compromiso político más firme. Este es el momento para que los líderes regionales se reúnan, definan una hoja de ruta y conviertan esta idea en una realidad.
El mensaje es claro: Latinoamérica debe invertir en preparación regional hoy—o pagar el precio mañana.
Autores
- Patricia J. García, MD, MPH, PhD – Ex Ministra de Salud de Perú y ex Jefa del Instituto Nacional de Salud de Perú. Es Profesora y ex Decana de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Cayetano Heredia.
- Jorge Saavedra, MD, MPH, MSc – Director Ejecutivo del AHF Global Public Health Institute. Anteriormente, fue Director General del Programa Nacional de VIH/SIDA de México (2003–2009).
- Ariel García, MD, MSc – Director del AHF Global Public Health Institute para Latinoamérica y el Caribe en el Instituto Nacional de Salud Pública de México.
Nota del editor: Los doctores García y Saavedra discutirán los desafíos y beneficios de crear un LATAM-CDC durante una sesión el 21 de febrero en la conferencia del Consortium of Universities for Global Health en Atlanta.
A nurse takes care of a dengue fever patient at the Sergio Bernales National Hospital, in the outskirts of Lima, Peru, on April 17, 2024. Juan Carlos CISNEROS/AFP via Getty